En Japón han ideado una económica alternativa para pernoctar en sus ciudades. Se trata de los hoteles cápsula, centros de alojamiento que nos ofrecen nichos de unos dos metros de largo por uno de ancho, y metro y medio de altura. Inicialmente esta clase de hoteles fueron abiertos en las proximidades de las estaciones de tren, para contar con un sitio económico para aquellos empleados japoneses que perdían el último tren con rumbo a casa. Estaban pensados por lo tanto, para ser hoteles de emergencia, para pernoctar en circunstancias de emergencia. No obstante, con el paso del tiempo han ganado en popularidad, por diferentes razones que comentaremos en lo que sigue.
El económico precio que manejan los hoteles cápsula, en comparación con los hoteles convencionales (el equivalente en yenes a unos 24 euros, en tanto que los normales cobran el equivalente a 60 euros la noche), fue una de las razones que propició la gran aceptación de los hoteles cápsula. Muchos japoneses los utilizan, especialmente si acostumbran viajar mucho y estar lejos de sus hogares con frecuencia.
Pero también muchos extranjeros han optado por alojarse en los hoteles cápsula en sus visitas a Japón, principalmente por lo exóticos que resultan, algo parecido a los jardines zen o los platillos con pescado crudo. Pero es que, si bien el espacio de los compartimentos que ofrecen estos hoteles es muy pequeño, la limpieza y calidad que exhiben son excelentes. Cuentan con una adecuada ventilación y un moderno sistema de climatización además de incluir una cortina de bambú, un cómodo colchón, televisión con numerosos canales, música y servicio de despertador, entre otras comodidades.
Por supuesto, los hoteles capsula de Japón, incluyen servicios complementarios que van desde duchas y aseos, a máquinas expendedoras de bebidas y bocadillos, que nos ofrecen los medios para tomar una cena ligera antes de dormir y al día siguiente desayunar antes de partir. Por si fuera poco, en estos hoteles se proporciona el batín que utilizan los japoneses para dormir, zapatillas, jabones y cepillos, así como todo lo que pudiéramos necesitar para cuestiones de higiene.
Finalmente, para aquellos viajeros que sufran claustrofobia y no puedan quedarse en los pequeños nichos de los hoteles cápsula de Japón, muchos de estos negocios cuentan con salas con sillones reclinables donde duermen otros viajeros. Por supuesto es una opción más económica, puesto que solo cuesta el equivalente a 8 euros.