‘Yellow Day’: ¿Te hacen feliz las mismas cosas que antes de la pandemia?
Señalado en el calendario como el día más feliz del año por un equipo de psicólogos y meteorólogos, hoy se celebra el llamado Yellow Day . Un antídoto al Blue Monday , por así decirlo, que tiene lugar el tercer lunes de enero. En este 20 de junio elegido como Yellow Day confluyen diversos factores benéficos, resultado de una fórmula en la que se tienen en cuenta la cantidad de horas de sol, que influyen positivamente en nuestro estado de ánimo, el incremento de las temperaturas, la cercanía de los planes de vacaciones, y, para los más afortunados, de la paga extra. Un cóctel de circunstancias que, según los autores de la fórmula, levantan el ánimo de la mayoría.
“Sin embargo, tras una pandemia mundial como la provocada por la Covid-19, esta fórmula ya no funciona”, afirma Sol Sánchez, profesora de mindfulness, coach y fundadora de Conscienthia, quien explica: “La sociedad ha comenzado a valorar otras cosas. Los cambios sociales que ha impuesto el virus han obligado a la sociedad a parar y a revisar toda su escala de valores. Preguntarnos qué es lo realmente importante en nuestras vidas, qué es lo que verdaderamente nos hace felices”.
La pandemia ha puesto patas arriba las creencias y prioridades de muchas personas, que todavía están gestionando los efectos y consecuencias del confinamiento, algo en lo Sánchez coincide al señalar: “Nos dimos cuenta de que había cosas que dábamos por sentadas. La salud, la estabilidad financiera, el contacto entre personas, el ir y venir, la libertad de movimiento… aspectos que, por su cotidianidad, nos pasaban casi desapercibidos. Se suele decir que no valoramos las cosas lo suficiente hasta que no las tenemos y, desde luego, esta dosis de realidad nos lo ha puesto blanco sobre negro”, añade.
Las circunstancias recientes también nos han hecho reexaminar nuestra idea acerca de la felicidad. Muchas personas se han dado cuenta a marchas forzadas de que parte de su vida estaba enfocada, quizá sin tener demasiada conciencia de ello, en buscar una felicidad externa, también llamada por los especialistas “felicidad hedonista”.
La felicidad hedonista está ligada al consumo de objetos y servicios, y tiene la particularidad de que siempre está ideando el siguiente paso: cuando conseguimos una cosa enseguida pensamos en la siguiente, en una espiral infinita. Una satisfacción o felicidad más bien frágiles o irreales, puesto que la espiral sigue creciendo y creciendo, otorgándonos, como mucho, sensaciones de satisfacción efímeras que nunca terminan de llenarnos.
(Via: La Vanguardia/ Psicología)