En los últimos años, el estado de la economía de las monarquías se ha tornado más transparente y ha vivido una transformación, y es que los ciudadanos demandan saber qué hacen los soberanos con sus impuestos.
En el siglo XXI, tanto en los palacios como en la vida diaria, controlar los gastos es vital. Por ello se han impulsado regulaciones que incluyen que reyes y reinas rindan cuentas a sus pueblos, ya que son las contribuciones de los súbditos las que pagan la mayor parte de sus caprichos y es que, aun en épocas de austeridad, los royals europeos continúan haciendo desembolsos excesivos.
Este listado da cuenta de todo lo que hasta hoy se sabe de ellos:
CASA REAL DE LIECHTENSTEIN: ¿Un capital discreto?
El royal más rico del mundo es el casi desconocido príncipe Hans Adam II de Liechtenstein, quien posee una fortuna estimada en 5 mil millones dólares. Sin hacer mucho ruido al respecto, su familia tiene grandes negocios y el trono del país centroeuropeo está en manos de su hijo, el príncipe heredero Alois.
Hans es, además, dueño del conglomerado bancario Liechtenstein Global Trust, que le produce enormes beneficios.
CASA REAL DE MÓNACO: Ricos con déficit
El segundo príncipe más rico de Europa es Alberto de Mónaco, quien heredó de su padre (Rainero III) poco más de 1.5 mil millones de dólares en efectivo y unas cuantas propiedades.
Se cree que los Grimaldi son propietarios de alrededor de 50% del territorio de Mónaco, aunque se saben pocos detalles sobre el dinero que reciben para sus desembolsos mensuales.
CASA REAL BRITÁNICA: Cada libra cuenta
Es una de las monarquías más transparentes, ya que cada año presenta con detalle sus ingresos y egresos.
Y claro que la reina Isabael II es una de las mujeres más ricas de su país, con una fortuna de alrededor de 500 millones de euros, la mayoría de ellos heredados de sus padres y abuelos, y que incluyen algunos palacios, castillos, tierras, acciones y depósitos bancarios.
Pero su casa también encabeza la lista de los royals más gastadores, con un mínimo de salidas de capital que suman 70 millones de dólares al año.
CASA REAL ESPAÑOLA: ¿Dinero turbio?
El de España es uno de los reinos más ricos de Europa, pero nadie sabe mucho de lo que The Independent llama “el patrimonio oculto” del rey emérito Juan Carlos I, y no está claro si le ha heredado o no a la Corona o si se trata de una fortuna personal.
Según el diario inglés “es sabido que cuando el príncipe Juan Carlos llegó a España de la mano de Franco no disponía de gran capital”.
Años más tarde, Forbes mencionó sus negocios y el patrimonio que acumuló (2 mil millones de euros).
Dado el origen sombrío de los recursos, los reyes Felipe VI y Letzia viven sin grandes lujos y publican sus gastos.
CASA REAL BELGA: Mentiras millonarias
Aunque el rey Felipe procura ofrecer transparencia, nadie sabe a ciencia cierta cuánto dinero posee la Corona.
Pero hay algunos datos: se calcula que su padre, el otrora rey Alberto II, es dueño de 164 millones de dólares, aunque fuentes aseguran que eso es mentira y que tiene tres veces más de lo que declara.
Se dice que cuando el Congo era parte de sus familias era llamado Congo Belga, las mismas robaron millones en oro, brillantes y piedras preciosas. ¿Cómo son para gastar? Moderados, pues son poco amigos de los grandes lujos.
CASA REAL HOLANDESA: entre joyas y estafas
El rey Guillermo Alejandro y su esposa, la reina Máxima, reciben del Estado nada menos que 47 millones de dólares al año. Esto sumado a los muchos millones que obtienen por ser dueños parciales de la petrolera Royal Dutch Shell, de la que se calcula poseen cerca de 350 millones de euros en acciones.
Los reyes son desprendidos: tienen casas en Grecia y en Argentina, viajan, consienten a sus tres hijas y a Máxima le encantan las joyas y la ropa de diseñador.
GRAN DUCADO DE LUXEMBURGO: gatos medidos
En el minúsculo duacado de Luxemburgo, el gran duque Henri recibe un sueldo anual de 316 mil dólares y 11.8 millones anuales para mantener a su familia y sus propiedades.
Pero su fortuna personal es casi desconocida. Lo que queda claro es que gasta poco pese a que la familia ha ido creciendo con la llegada de nietos.
Se cuenta que el divorcio de su hijo Luis, quien renunció a sus derechos de sucesión al trono para casarse con su ahora ex, la princesa Tessy, costó bastante capital y eso afectó a sus arcas, por lo que han recortado su presupuesto.
CASA REAL NORUEGA: Modestia y sobriedad
Recibe del gobierno 31 millones de dólares y debe justificar cada desembolso. ¿Cuán altos serán los consumos del príncipe heredero Haakon, su esposa Mette-Marit y sus hijos? ¿Cuánto desembolsan los reyes Harald y Sonia? Se comenta que viven con un presupuesto restringido y que a las mujeres de la familia se les ve repetir vestidos con frecuencia.
Esta familia vive de manera frugal, ya que no es amante del lujo y, según medios locales, “les sobra el dinero que les brinda el Estado y suelen hacer muchas obras de caridad”.
CASA REAL DE DINAMARCA: Prohibidas las ventas
La monarquía de Dinamarca es la más antigua de Europa y la reina Margarita II es muy popular.
Los impuestos de los daneses le dan unos 12 millones de dólares al año, de los que ella se queda 10%, usando el resto para pagar las cuentas de sus palacios y dar sueldos a sus familiares reales, incluyendo a sus hijos los príncipes Federico y Joaquín y a sus nueras Mary y Marie. Su fortuna personal, de la que saca una suma cada mes, ha sido acumulada durante siglos de reinados y se calcula en 2 mil millones de dólares.
Mucho se encuentra invertido en obras de arte, castillos y joyas que son patrimonio nacional que ella puede disfrutar, pero jamás vender.
FAMILIA REAL SUECA: No tan ricos como parece
Tiene total transparencia y el rey presenta cuentas de todo lo que hace con los 7.9 millones de dólares que recibe e, incluso, de los costos de manutención de sus palacios y yates, ya que el Parlamento es muy estricto con el dinero que se le da a la Corona.
Es curioso, pero la fortuna de los reyes es pequeña comparada con otros estándares reales: tienen sólo 71 millones de dólares.
Sus hijos, las princesas Victoria, Magdalena y el príncipe Carlos Felipe reciben pequeños sueldos del gobierno, pero, sobre todo, dependen de lo que su padre les asigne, aunque en el caso de la princesa Magdalena, la más gastadora de la familia, su marido, el millonario Chris O’Neill, con quien vive entre Londres y Miami, cubre sus gastos personales y los de sus hijos.
