Nuestro México esta lleno de cultura y leyendas, depende de la zona en la que nos encontremos, pero existe una leyenda y un lugar ciertamente particular, estas historias que se van transmitiendo de generación en generación.
Tal es el caso de un lugar en Yucatán, que se llama Maní, que significa, “el lugar donde pasó todo”, el cual es un pueblo maya lleno de tradición, gastronomía, arquitectura y arte popular, que recientemente estuvo en boca de todos al convertirse en uno de los pueblos mágicos a partir del diciembre del 2020.
Y de acuerdo con estas historias durante su época de esplendor maya vivía una hechicera que fue dotada con el don de la adivinación por los dioses del Mayab, la cual era muy poderosa, pues consiguió adivinar visualizar muchas predicciones que estuvieron muy alejadas en el futuro.
El pueblo quería conocer las profecías de la Xunci-Maní, pues se juntaban a su alrededor para saber que sería lo que pasaría en el futuro, la manera en la que le llegaban estas visiones era al levantar las manos en alto y pronunciaba las palabras mágicas que sólo los espíritus del monte podían entender.
Entonces la Xunci-Maní hablaba, informando las nuevas predicciones que los dioses le informaban a través de dicho método, e incluso logró adivinar la llegada de los españoles mucho tiempo antes de que tocarán tierra en el otro lado del mundo.
También dijo que el hombre no tendría necesidad de caminar, porque extraños animales de movimiento propio lo trasladarían a largas distancias y que llegarían grandes pájaros para llevarlos de un reino a otro sin el menor esfuerzo, donde se cree que se refería a la implementación de los automóviles y aviones.
Xunci -Maní dijo que el hombre podría hablar con el hombre a larga distancia, sin que nadie impidiera el que fuese oído, esto relacionado con el teléfono y demás medios de comunicación inalámbrica.
Lo preocupante viene en una de sus últimas profecías que señalaban una guerra importante y que haría que la humanidad recorriera grandes distancias para poder conseguir agua, por lo que el Cenote de XKAABACH’E’EN se convertiría en el último punto con agua disponible y que provocaría grandes batallas para conseguirla.
(Vía: el Heraldo de México)