Escapada a Mérida como local La capital yucateca nos recibe con una sonrisa. Es el saludo de dos viejos conocidos que, después de mucho tiempo de no verse, se reencuentran, transformados, listos para ponerse al corriente y emocionados por escribir nuevas aventuras. Es un gesto alegre, cómplice y elocuente que, rápidamente, nos identifica y, desde que aterrizamos en la ciudad y nos comenzamos a adentrar en sus calles históricas de decidido espíritu caribeño, nos da la bienvenida. “Es la misma Mérida de toda la vida”, parecen decir las coloridas casonas que delinean al legendario Paseo Montejo, testimonio de la opulencia …









