¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A LOS ADULTOS MAYORES EN ESTOS MOMENTOS?
MAXIMILIANO CARRANZA
Durante esta época de coronavirus, de precauciones y sí, de cierto temor colectivo, nuestras mentes, mejores deseos y preocupación se han enfocado en las personas que más queremos. Específicamente, en nuestro caso no hemos parado de pensar en aquellas personas que forman parte de los grupos más vulnerables de la sociedad: los adultos mayores. ¿Qué pasará con nuestros abuelos, padres o tíos y cómo podemos hacer lo mejor posible para mantenerlos protegidos?
La conductora Mónica Garza puso un tuit esta semana que definitivamente nos conmovió y nos recordó —como si necesitáramos razones— lo dolorosa que puede ser la posición en la que nos encontramos.
“Hoy fue la primera vez en mi vida que al ver a mi papá no pude abrazarlo como siempre lo hago, porque él tiene 86 años y una condición pulmonar delicada. Este pinche coronavirus me obligó a mantenerme a dos metros de distancia de mi propio papá. Estoy triste y encabronada”, escribió en sus redes sociales.
Este miércoles en #SopitasXAireLibre decidimos tocar el tema y qué mejor, platicarlo con una experta.
Nos comunicamos a distancia con Concha León Portilla, una comunicadora que ha dedicado su carrera y su programa de radio (Enlace 50) a atender y entender las problemáticas de las personas mayores.
“Mientras más grande estás, sabes que estás mas cerca de irte”: esas fueron las primeras palabras de la entrevista.
El mensaje es fuerte, pero las risas ocasionadas por lo directo de la frase nos llenaron de introspección. Tratar con adultos mayores no es sencillo y se requieren mucha habilidad emocional para entenderlos y ser de máxima ayuda. Claro, nuestra experta nos recordaba que lo podemos dividir en cuatro sencillos pasos: higiene, conciencia, responsabilidad y amor.
La plática no tiene pierde.
Escucha aquí la entrevista para tener algunos tips para lidiar con la soledad —escribir un diario, recordar la historia—, aprovechar la tecnología —¿alguien dijo FaceTime?— o simplemente llenarnos de paciencia y amor con nuestros seres más queridos, que también son adultos mayores.
Échenle una oreja:
