COVID-19: ¿UNA VACUNA PARA JUNIO?
Por Juan Scaliter
A finales de febrero, científicos del MIGAL (Instituto de Investigación de Galilea, en Israel) se comprometieron a completar la producción de una vacuna en tres semanas y tenerla en el mercado en 90 días. De acuerdo con el líder del equipo, Chen Katz, “estamos en las etapas finales y dentro de unos días tendremos las proteínas, el componente activo de la vacuna”. De hecho, según declaraciones a The Jerusalem Post el desarrollo se retrasó un poco porque no recibían la información genética de China.
La celeridad con la que responden estos científicos tiene algo de suerte.
“Inicialmente, nuestro concepto básico era desarrollar la tecnología y no específicamente una vacuna para este u otro tipo de virus – explica Katz –. Fue pura suerte que hayamos elegido el coronavirus como modelo para esta tecnología”.
Otro factor importante es que al secuenciar la información genética del virus que provoca la COVID-19, el equipo de Katz se dio cuenta que era muy similar al responsable de la bronquitis infecciosa del coronavirus aviar (IBV) y que ambos utiliza el mismo mecanismo de infección. El grupo comenzó ensayos en ratones para apoyar sus ensayos previos en pollos. En ellos se demostró que la vacunación oral induce altos niveles de anticuerpos anti-IBV específicos, lo que aumenta la probabilidad de lograr una vacuna humana eficaz en un período de tiempo muy corto.
Katz dijo que los ensayos en fase I en humanos se realizarían en «individuos jóvenes y sanos» y que probablemente se expandirían a la población general al poco tiempo.
(Via: Quo/Salud)