Estados Unidos: Racismo en tiempos de coronavirus

Estados Unidos: Racismo en tiempos de Coronavirus

Los obispos exigen que pare el racismo y la xenofobia contra los asiáticos que viven en el país

La discriminación racial ha pasado, en Estados Unidos, de los afroamericanos a los hispanos y, ahora, en el contexto del coronavirus, a las personas de origen asiático o que pertenecen a alguna de las islas del Pacífico.La razón es la serie de acusaciones sobre el origen del virus fue premeditado, no fue avisado a tiempo o se salió de control de un laboratorio de China. Acusaciones que se han ascendido al más alto nivel político en la Unión Americana.

En este difícil contexto, el arzobispo de Filadelfia, Nelson J. Pérez, presidente del Comité de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) para la Diversidad Cultural en la Iglesia; el obispo de Salt Lake City, Oscar A. Solís, presidente del Subcomité de Asuntos de las Islas de Asia y el Pacífico y el obispo Shelton J. Fabre de Houma-Thibodaux, Luisiana, presidente del Comité Ad Hoc contra el racismo, emitieron una declaración conjunta expresando su profunda preocupación por los incidentes de racismo y xenofobia contra los estadounidenses de origen asiático e isleño del Pacífico en medio del brote de coronavirus.

“La pandemia resultante del nuevo coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo, impactando nuestro comportamiento diario, prácticas, percepciones y la forma en que interactuamos entre nosotros”, expresaron los prelados en la declaración conjunta.

Y agregaron: “Si bien nos sentimos alentados por los innumerables actos de caridad y valentía que han sido modelados por muchos, también nos alarma ver el aumento en los incidentes reportados de intimidación y agresiones verbales y físicas, particularmente contra los estadounidenses de origen asiático e isleño del Pacífico”.

Según datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, este país va tomando, poco a poco, rasgos asiáticos.

Aunque los inmigrantes de origen latino (especialmente mexicanos) siguen siendo mayoría entre la población de origen extranjero, los asiáticos son los que más están creciendo en los últimos años y representan ya 31 por ciento de los venidos de otros países a la Unión Americana.

De hecho, en los últimos tres años, los inmigrantes asiáticos han superado a los de origen latino, y China ocupa el segundo lugar en cuanto a número de inmigrantes (solamente detrás de México).

Los obispos de la USCCB señalaron que “un alto porcentaje de los asiático-americanos trabajan en el sector de la atención médica, arriesgando su propia salud para salvar vidas” y que “algunos han experimentado el rechazo y las solicitudes para ser tratados ‘por otra persona’”.

Antes de que se paralizarán las actividades económicas no esenciales en Estados Unidos, empresas propiedad de estadounidenses con origen asiático habían ya experimentado “una fuerte discriminación” y un “continuo hostigamiento”.

Para los obispos, estas acciones son “inaceptables” y pidieron que todos los católicos, los cristianos y las personas de buena voluntad combatan todo tipo de racismo y xenofobia.

“Son ataques contra la vida y la dignidad humana y son contrarios a los valores del Evangelio”, dijo el comunicado. Ya en la carta pastoral que escribieron sobre racismo en 2018 los prelados estadounidenses habían calificado al racismo como “un fracaso para reconocer a otra persona como un hermano o hermana, creado a imagen de Dios”.

Los obispos Pérez, Solís y Fabre, a nombre de todos los obispos de la Unión Americana exigieron a funcionarios electos e instituciones públicas, así como a todas las figuras públicas, que hagan “todo lo posible para promover y mantener la paz en nuestras comunidades”, mientras alentaban a todas las personas, familias y congregaciones a promover “una mayor apreciación y comprensión de los auténticos valores humanos y las contribuciones culturales aportadas por cada herencia racial en nuestro país”.

Los ataques a la comunidad asiática en Estados Unidos han sido constantes

Sobresale el brutal ataque contra tres miembros de una familia de origen asiático que vive en Texas (incluidos dos menores de edad de dos y seis años) ocurrido a principios de abril. O cuando un afroamericano roció con desinfectante a un pasajero con rasgos asiáticos en el metro de Nueva York. Incluso un grupo ultra conservador “demandó” a China por 20.000 millones de dólares al considerar que el coronavirus era “un arma biológica”.

Leticia James, fiscal general del Estado de Nueva York, ha intentado preparar al sistema de justicia contra la nueva oleada de crímenes racistas que se están viviendo en esa ciudad y en buena parte del territorio estadounidense.

En este sentido, lanzó una línea directa para reportar crímenes de odio relacionados con el coronavirus, lo que podría conducir a casos civiles. “Nadie debería vivir con miedo por su vida, debido a quiénes son o de dónde vienen”, afirmó la fiscal. Pero, por lo pronto, el miedo corre por las venas de los asiático americanos.

Como escribe el padre jesuita Matt Malone en la revista America: “Hoy, las llamas de este racismo son avivadas por la insistencia del presidente (Donald) Trump en llamar a Covid-19 ‘el virus chino’ independientemente de la precisión del término. Su decisión de hacerlo alimenta el estrés y la ira de aquellos que buscan a alguien a quien culpar”. A ese estrés y a esa ira es a la que se refieren los obispos estadounidenses al emitir un SOS contra el racismo y la xenofobia contra quienes tienen rasgos asiáticos. Y viven en Estados Unidos.

(Via: Aleteia/ Actualidad)

 

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