LAS MUJERES NOMO (NO MADRES) QUE HAN HECHO HISTORIA
Por Amelia Díe
Las mujeres NoMo son aquellas que deciden o desean no tener hijos. Esta opción fue algo muy excepcional hasta el siglo pasado, sin embargo, hay que destacar grandes personajes femeninos precursoras del movimiento NoMO, (No mother en inglés) las no madres, cada vez más numeroso
Algunas, ni siquiera hablaron de la maternidad porque ni se les pasó por la cabeza, como la aviadora Amelia Earhart, que escribió una carta al que fue su marido dejándole claro a lo que no iba a renunciar por el hecho de casarse, y en la que lo de tener hijos ni aparece como opción. “Debo volver a informarte de mis dudas con respecto al matrimonio, y de la sensación de que al casarme puedo renunciar a oportunidades de trabajo que tanto significan para mí. Tengo la sensación de que casarme es una de las decisiones más tontas que jamás he tomado. Sé que habrá compensaciones, pero no puedo evitar estas dudas… “.
Amelia Earhart es la piloto más famosa de todos los tiempos. Sus grandes logros le proporcionaron fama mundial, y más aún tras su desaparición mientras trataba de dar la vuelta al mundo en avioneta. Para Earhart, los hijos ni se contemplaban.
La opción de casarse y no tener hijos solo fue posible a mediados del siglo XX
A lo largo de la historia la maternidad estuvo asociada al matrimonio, la mujer que no quería tener hijos, directamente no se casaba. La opción de casarse y no tener hijos es excepcional hasta finales del siglo pasado, y empieza a despuntar en este. Antes, o una se hacía monja, como Sor Juan Inés de la Cruz, la poeta y dramaturga, que se disfrazó de hombre como tantas otras para poder estudiar, o bien seguía una carrera intelectual o política en soltería, como Matilde Petra Montoya Lafragua, la primera médica mejicana.
Tampoco se casó ni tuvieron hijos Clara Campoamor, escritora, política y abogada española que luchó por los derechos de la mujer. Impulsora del sufragio femenino en España. Ni Concepción Arenal, revolucionaria feminista nacida en 1820 a quién descubrieron disfrazada de señor en la Facultad de Derecho y fue expulsada por el rector.
A la pintora y grabadora Anna Maria van Schurman (1607-1678) su padre la instó a no casarse para no desperdiciar su talento y tampoco tuvo hijos. Y la Historia (con mayúsculas) no olvida a Olympe de Gouges (1748-1793), que perdió la cabeza (literal) en la Revolución francesa después de escribir la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana.
Las mujeres empezaron a elegir ser o no madre realmente cuando pudieron y cuando tuvieron la opción de manifestarlo sin que les llamaran brujas, o sea, en el siglo XX.
Virginia Wolf se atrevió a decirlo: “Uno no puede traer hijos a un mundo como este”. Un siglo antes, Jane Austen elegía también no ser madre, a cambio, sí era tía. Ser tía, como la unamuniana Tía Tula, era otra manera de eludir la maternidad voluntariamente o no.
EL AUGE DEL MOVIMIENTO NOMO
“No tengo instinto maternal, ovulo arena”, dice la cómica estadounidense Margaret Cho y han tenido que pasar siglos para que saliera de la boca de alguien esta frase sin que la quemaran a continuación en la hoguera.
“Ninguna mujer debería tener que explicar por qué no tiene hijos”. Así de contundente se expresó en una ocasión la veterana Helen Mirren durante una entrevista. La actriz inglesa, de 73 años, está casada con el director Taylor Hackford desde 1997, y nunca ha ocultado que el papel de madre no ha entrado en sus planes.
“¿Para qué iba a tener un hijo? ¿Para que me saliera un borracho?”, dijo Chavela Vargas. A Simone de Beauvoir siempre le pareció que tener un hijo sería una aburrida rutina, mientras que creando nuevos mundos a través de la escritura contribuía mucho más al enriquecimiento de la vida. Otras mujeres ya muy entrado el siglo XX han señalado la dificultad que suponía para sus carreras profesionales o sociales el hecho de tener hijos, la propia Angela Merkel, posiblemente la mujer más poderosa del mundo, no es madre.
(Via: Quo/ Curiosidades)