“René”, la canción-confesión sobre cómo ni el dinero ni la fama dan la felicidad
En plena cuarentena el artista puertorriqueño René Pérez Joglar saca una versión de su tema más personal en la que participa su madre
“No me importan las giras, los discos, los Grammys… en la Calle 11 quiero volver a ver el cometa Halley con mami”. Es una de las sinceras frases que contiene el tema “René” lanzado hace algunas semanas por quien fuera el cantante del grupo Calle 13.
Con motivo de esta cuarentena para protegernos del coronavirus, el cantante puertorriqueño ha vuelto a grabar la canción, en esta ocasión, con ayuda de su madre. El resultado es muy emotivo.
Durante el vídeo ambos rompen en lágrimas por la dureza de la letra del tema que deja entrever que, para tener éxito en la competitiva industria de la música, en muchas ocasiones el precio a pagar es demasiado alto.
Así lo explica el cantante: “Estoy triste y me río, pero yo estoy vacío. En la industria de la música todo es mentira, mi hijo tiene que comer así que sigo de gira”.
El ex vocalista de Calle 13, cuyo nombre artístico es Residente, ha grabado la canción con ayuda de otros 30 músicos entre los que se encuentran algunos de la talla de Rubén Blades. Se acompaña además de 15 violines, cuatro violas, dos cellos, seis contrabajos y dos trompas. Todos ellos aportan su granito de arena desde sus propias casas.
El tema ha sido todo un éxito y eso que sus letras no son nada amables. Hablan del descenso a los infiernos de un músico al que llegar a lo más alto le ha conducido al alcoholismo y a una fuerte depresión: “Cuando caigo en depresión, mis problemas se los cuento a la ventana del avión. El estrés me tiene enfermo, hace diez años que no duermo”, dice uno de los versos.
En este repaso descarnado por su vida, Residente confiesa que era más feliz cuando menos tenía, por eso, recuerda con nostalgia su infancia y cómo su madre intentaba sacar a la familia adelante: “La cuenta de ahorros vacía, pero mami bailando flamenco nos alegraba el día. Dejó de actuar pa’ cuidarnos a los cuatro y nos convertimos en su obra de teatro”.
Residente escribió la canción en un momento muy oscuro de su vida, en el que pensaba hasta en suicidarse: “una noche me sentía muy mal, estaba en México con el estadio esperándome, pero yo no quería salir del hotel. Llamé a mami porque quería tirarme por el balcón y no sabía por qué. Esa noche llegaba un amigo y se quedó conmigo. Al otro día comencé a escribir este tema”.
Un tema que ha conectado con millones de personas en todo el mundo porque todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sentido ese vacío bajo nuestros pies y hemos necesitado de una mano tendida que nos impida rendirnos.