El actor es consciente de que muchos aún creen que había algo de inapropiado en su amistad con el rey del pop o que fue una de sus supuestas víctimas.
Que no tenga ningún nuevo proyecto que promocionar no ha supuesto un impedimento para que Macaulay Culkin conceda una rara entrevista a la revista Esquire, acompañada de una de las pocas sesiones fotográficas que ha realizado en la última década, y ya antes de iniciar la conversación se imaginaría la pregunta clave que no podría evitar: la relacionada con su antiguo amigo Michael Jackson.
Las acusaciones de abusos sexuales a menores a las que se enfrentó el rey del pop han vuelto a resurgir para reabrir el debate en torno a su supuesta inocencia o culpabilidad tras el estreno del polémico documental Leaving Neverland, centrado en Wade Robson y James Safechuck: dos de los niños ahora adultos que aseguran haber sido tan solo unas de las muchas víctimas del músico durante sus visitas al rancho de Neverland.
El antiguo protagonista de Mi Pobre Angelito siempre ha defendido su amistad con el cantante alegando que era una de las pocas personas que podían comprenderlo, pese a la diferencia de edad que existía entre los dos, porque había lidiado con los mismos niveles de fama en su infancia, y en la actualidad sigue manteniéndose fiel a esa postura. Respecto a los testimonios acerca del supuesto carácter depredador de Michael, él solo puede y quiere hablar de lo que vivió a su lado.
“Mira, voy a empezar diciendo lo siguiente, y no es una frase cualquiera, es la verdad: nunca me hizo nada. Nunca le vi hacer nada”, afirmó Macaulay. “No tengo ninguna razón para callarme, especialmente en este punto en el que nos encontramos. El hombre ya no está entre nosotros. Y en cualquier caso, no voy a decir que quedaría bien ni nada parecido, pero sí es cierto que ahora sería un buen momento para hablar. Si tuviera algo que decir, lo haría, pero no lo tengo. Nunca vi nada. Nunca hizo nada”.
A lo largo de la entrevista, el actor de 39 años contesta con calma a las preguntas sobre el fallecido cantante, a quien vio por última vez en el juicio celebrado en su contra en 2005 por abusar supuestamente de un niño de 13 años enfermo de cáncer y en el que Macaulay testificó como parte de la defensa antes de que Michael fuera absuelto de todos los cargos. Sin embargo, no pudo resistirse a compartir una anécdota en la que refleja lo poco respetuosa que puede llegar a mostrarse la gente con su memoria.
“Me crucé con James Franco en un avión. Nos habíamos visto dos o tres veces a lo largo de los años. Lo saludé con un gesto mientras poníamos las maletas en los compartimentos de cabina. ¿Qué tal estás? Bien, ¿tú? Lo típico… Fue justo después de que saliera a la luz Leaving Neverland y él me dijo: ‘Vaya con el documental’. Eso fue todo. Yo le respondí: ‘Ajá’, y me quedé en silencio. Él siguió insistiendo: ‘¿Qué te pareció lo que cuenta?’. Me di la vuelta y le dije: ‘¿A ti te apetecería hablar ahora mismo de tus amigos muertos?’. Me contestó tímidamente que no, y entonces le dije que había estado bien verlo y me fui”, recordó