La leyenda mexicana ha trascendido fronteras y hoy te contamos dónde surgió
Además de contar con innumerables paisajes naturales, belleza arquitectónica, riqueza cultural y un gran variedad de platillos exquisitos, México también cuenta con historias que se han vuelto leyendas y hoy son parte fundamental de la cultura mexicana.
Algunas leyendas como “La llorona” o “El Charro Negro”, se han contado de generación en generación y su trascendencia fue tal que incluso varios estados se han apropiado de las historias tristes que narran un desenlace de horror y misterio.
Sin embargo, hoy debelaremos el origen de “El Charro Negro”, la leyenda que es contada en cada pueblo y que, según pobladores, a la media noche se escuchan las espuelas del charro que vaga bajo la luz de la luna.
La leyenda de desamor toma lugar en el bello estado de Aguascalientes, en el Panteón de la Cruz, uno de los panteones municipales más grandes en el estado, que data del año 1903. Junto a este cementerio se encuentra el Barrio de Guadalupe, famoso por sus templos de estilo barroco y que en el periodo del porfiriato, las jóvenes paseaban en la explanada repleta de fresnos y álamos para conocer charros u hombres citadinos para posteriormente contraer matrimonio.
Así nace la leyenda
Un día mientras Juan José cabalgaba por las puertas del Panteón de la Cruz, se topó con una hermosa dama de quien quedó enamorado al instante, el nombre de la dama era Rosa María Posada Velez, hija de un rico hacendado.
El joven quedó hipnotizado por su belleza, por lo que al día siguiente regresó a la misma hora al mismo sitio para ver si ella volvía a pasar y así fue, esa noche Juan José se acercó, le dio una rosa y le declaró su amor, ella le correspondió y así cada noche a las 8 en punto se veían en el mismo lugar. Al cabo de un tiempo de sus citas a escondidas, él le propuso matrimonio, ella afligida se negó pues argumentó que su padre no lo permitiría por la diferencia de clases sociales.
No obstante, la pareja se amaba tanto, que hicieron un plan para escapar juntos y casarse; Juan estaría esperando a Rosa María en las puertas del cementerio a las 12 de la noche. El momento llegó y el joven llevaba puesto su mejor traje de charro negro esperó por su amada, pero jamás llegó, confuso y nervioso fue a buscarla a su casa, al llegar la sorpresa fue grande, pues se enteró que su enamorada había sido asesinada por su propio padre. Desde entonces se dice que todas las noches se ve a un joven montando un caballo negro vestido con un traje negro de Charro y un gran sombrero penando por su gran amor.
(Vía: El Heraldo de México)