El Papa: ¡Nada de ser cristianos elitistas que creen que otros irán al infierno!

El Papa: Nada de ser cristianos elitistas que creen que otros irán al infierno

En la homilía de Santa Marta, Francisco identifica la desviación más peligrosa de los cristianos y responde a un grupo de artistas: “Sin belleza, el Evangelio no puede ser entendido”

En la Misa matutina en Casa Santa Marta, el papa Francisco ha vuelto a rezar por los artistas y le ha pedido a Dios que los bendiga.

En su homilía dijo que ser cristiano es pertenecer a un pueblo elegido libremente por Dios: sin esta conciencia, uno cae en dogmatismos, moralismos y en los movimientos elitistas.

Si no tenemos la conciencia de pertenencia a un pueblo, seremos cristianos ideológicos”, advirtió-. “Los cristianos no son una élite de personas elegidas”.

En la homilía de Santa Marta, Francisco identifica la desviación más peligrosa de los cristianos y responde a un grupo de artistas: “Sin belleza, el Evangelio no puede ser entendido”

En la Misa matutina en Casa Santa Marta, el papa Francisco ha vuelto a rezar por los artistas y le ha pedido a Dios que los bendiga.

En su homilía dijo que ser cristiano es pertenecer a un pueblo elegido libremente por Dios: sin esta conciencia, uno cae en dogmatismos, moralismos y en los movimientos elitistas.

Si no tenemos la conciencia de pertenencia a un pueblo, seremos cristianos ideológicos”, advirtió-. “Los cristianos no son una élite de personas elegidas”.

Cuando Pablo explica la nueva doctrina -dijo Francisco- habla de la historia de la salvación. Detrás de Jesús hay una historia de gracia, de elección, de promesas.

El Señor eligió a Abraham y caminó con su pueblo. Hay una historia de Dios con su pueblo. Pablo no comienza con Jesús, comienza con la historia.

El cristianismo no es solo una doctrina, sino una historia que conduce a esta doctrina. El cristianismo no es solo una ética, tiene principios morales, pero no somos cristianos solo por la visión ética: es mucho más.

Los cristianos no son una élite de personas elegidas por la verdad, este sentido elitista que existe en la Iglesia: ser cristiano es pertenecer a un pueblo elegido por Dios de forma gratuita.

Si no tenemos esta conciencia de pertenecer a un pueblo, seremos cristianos ideológicos, con una pequeña doctrina, con una ética, cristianos elitistas que creen que otros son descartados e irán al infierno: no seremos verdaderos cristianos.

Muchas veces caemos en estas parcialidades: la dimensión elitista nos hace mucho mal y perdemos el sentido de pertenencia al santo pueblo fiel de Dios. La conciencia de ser un pueblo.

Debemos transmitir la historia de nuestra salvación, la memoria de un pueblo. Recuerden a los antepasados, dice la carta a los judíos.

La desviación más peligrosa de los cristianos es la falta de memoria de pertenencia a un pueblode aquí proviene el dogmatismo, el moralismo y los movimientos elitistas.

El pueblo no se equivoca, en general; camina detrás de una promesa y ha hecho una alianza que tal vez no cumple pero conoce. Somos el santo pueblo fiel de Dios que en su totalidad tienen un sentido de fe y es infalible en la creencia.

Después de estas palabras, el Papa invitó a hacer la Comunión espiritual con esta oración:

“A tus pies, oh Jesús mío, me inclino y te ofrezco el arrepentimiento de mi contrito corazón que se aviva en su nada y en tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía. Deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece; esperando la felicidad de la comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que vengo a Ti. Que tu amor inflame todo mi ser por la vida y la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, te amo.”

El Papa Francisco terminó la celebración con la adoración y bendición eucarística. Antes de abandonar la capilla dedicada al Espíritu Santo, se cantó la antífona mariana “Regina Caeli”, rezada durante el tiempo de Pascua:

Regína caeli laetáre, allelúia.

Quia quem merúisti portáre, allelúia.

Resurréxit, sicut dixit, allelúia.

Ora pro nobis Deum, allelúia.

(Via: Aleteia/ Espiritualidad)

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