La verdadera historia de las nochebuenas

¿De dónde vienen las nochebuenas y por qué las usamos como adornos de Navidad? Te contamos la verdadera historia de la flor que vemos por todas partes en esta temporada.

La primera pregunta tiene una respuesta inequívoca: la flor de nochebuena es originaria de las regiones tropicales de México y era cultivada por los pueblos prehispánicos desde mucho antes de que llegara la Navidad a estas latitudes.

En la región de Taxco, Guerrero, era conocida como tlazochitl, que quiere decir “flor que se marchita”. Era utilizada por los tlahuicas como planta medicinal y se cree que la nombraron así porque perdía su frescura al poco tiempo de ser cortada.

Por su parte, los mexicas la llamaban cuetlaxochitl, “flor resistente como el cuero”. Para ellos, el color rojo era un símbolo de la vida misma, por lo cual la utilizaban en sus rituales y sacrificios. También era útil para teñir algunos materiales como cuero y algodón.

¿Y la Navidad?

La Navidad llegó, desde luego, con los españoles. Se le atribuye la responsabilidad a Fray Bernardino Sahagún, fundador del convento de Xochimilco, el haber utilizado a la euphorbia pulcherrima como ornamento en las primeras pastorelas.

El ciclo natural de la planta jugó un papel fundamental. Para que las hojas crezcan y adquieran el color rojo, la nochebuena necesita 12 horas continuas de oscuridad, las cuales solo se dan durante el otoño e invierno. Por ello, el florecimiento coincide con el mes de diciembre y las fiestas navideñas.

Desde entonces, la flor de nochebuena es un símbolo de la Navidad en México y alrededor del mundo. Esto último se lo debemos a Joel Poinsett, embajador de Estados Unidos quien, en 1827, la conoció, difundió y patentó con su nombre -esta es la razón por la que en Estados Unidos y Europa se le conoce como “poinsettia”.

Datos esenciales de las nochebuenas

Se le llama “flor”, pero es una planta. Esos no son pétalos, sino hojas de color rojo. Las verdaderas flores son esos pequeños brotes amarillos en el centro.

Necesita un mínimo de 6 horas diarias de luz solar. Otro tip es que no debe ser regada en exceso, ya que puede marchitarse.

Existen más de 100 variedades de esta especie. ¡Más de 100!

En otros países tiene otros nombres. Pastora, papagayo, flor de pascua, pascuero, flor del inca y estrella federal son algunos de los nombres con los que se le conoce.

La próxima vez que vayas por la calle y notes las nochebuenas adornando las casas, negocios y espacios públicos, recuerda su historia y el camino que ha recorrido para convertirse en la flor de la Navidad.

(Vía:CityExpress)

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