¿Por qué debería platicar con tus plantas?

¿Por qué debería platicar con tus plantas?

Hay hábitos que vale la pena cultivar, y hablar con tus plantas es uno de ellos por muchos motivos, empezando las nuevas sugerencias de diferentes estudios científicos.

Pocas cosas sirven mejor a un espacio que un par de libros y plantas. De pronto, un espacio vacío, sin mucho que decir, se puede transformar en un sitio muy acogedor y hogareño. Claro que para que eso suceda, primero, hay que cuidar bien de las plantas que habitan con nosotros. Gracias a nuevos estudios hoy sabemos que platicar con tus plantas puede ser una forma de hacerlo.

Las nuevas generaciones están apostando por diferentes estilos de vida, en cierta parte por gusto y, en otra, porque es lo que hay. Así antes de comprar vajillas o muebles, las plantas son una opción decorativa (y de acompañamiento) que se ajusta a las condiciones actuales donde la renta es la regla y no la excepción.

Comparado con cualquier otro objeto decorativo, tener una planta es un acto que nos puede deslindar del consumo frívolo, porque más allá de su estética particular, es una relación que nos compromete.Debemos regarlas, cuidar que les dé sol, abonar la tierra, etc. En ese ejercicio, hay un grado de reciprocidad que habría que revalorizar.

La ciencia detrás de platicar con tus plantas

En 2009, la Royal Horticultural Society realizó un estudio de un mes en el que participaron 10 jardineros, tanto hombres como mujeres. Los jardineros fueron grabados leyendo obras tanto literarias como científicas, que luego fueron reproducidas a través de unos auriculares conectados a plantas jitomate. Después de un mes, todas las plantas habían crecido más que las dos plantas a las que no les reprodujeron las grabaciones. Dentro de las plantas que participaron en el experimento, hubo una diferencia de una pulgada en la altura a las que les tocó una voz femenina.

Como dato curioso y para transformar al experimento en un meta estudio, vale la pena recalcar que una de las lectoras fue Sarah Darwin, la tataranieta de Charles Darwin. ¿Y qué trajo para leerle a las plantas? Nada menos que la obra de Darwin, “Sobre el origen de las especies”.

Además de las lecturas, también hay cierta evidencia que sugiere que la música es buena para las plantas, sobre todo algunas canciones de cuna. Rich Marini, jefe del departamento de horticultura de Penn State, no descarta esa idea. Aunque “no hay mucha investigación en esta área, hay evidencia de que las plantas responden al sonido”, dice.

Estas líneas de investigación responden a curiosidades antiguas. En 1848, un profesor alemán llamado Gustav Fechner publicó un libro llamado “Nanna (Alma-vida de las plantas)”, que adoptaba la idea de que hablar con las plantas promovía su salud y crecimiento.

Un individuo destacado que se tomó en serio los planteamientos de Fechner fue el Príncipe Carlos. En un documental de la BBC de 2010 sobre su casa, Highgrove House, dijo: “Hablo felizmente con las plantas y los árboles, los escucho. Creo que es absolutamente crucial hacerlo. Todo lo que he hecho con ellas, es casi lo mismo que he hecho con sus hijos. Cada árbol tiene un significado para mí”.

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Escucha y platica con tu plantas

Platicar con tus plantas tal vez suene a una actividad extraña y es cierto que las investigaciones están todavía en un terreno más hipotético. Lo que se puede afirmar, según Marnini, es que “el viento o la vibración inducen cambios en el crecimiento de las plantas, y dado que el sonido es esencialmente vibración, supongo que la vibración podría provocar una respuesta”. Hablar con tus plantas no haría ningún daño.

Pero más allá de eso, e independientemente de los resultados de diferentes estudios, reconocer a otros seres vivos y vincularse con su existencia tiene un valor. Entonces, si te encuentras canturreando canciones de cuna por la noche a tus helechos o susurrando cosas simpáticas a tus suculentas, no te avergüences. Ciertamente no obstaculizará el crecimiento de tus plantas, ¿y quién sabe? Podría ayudar a cultivar cosas de ti que no esperas (que podrían traducir a otros terrenos de la existencia).

(Via: ecoosfera)

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