A WhatsApp no le interesan tus fotos; esto es lo que busca con las nuevas políticas de privacidad.
A raíz del anuncio de la actualización en sus políticas de privacidad, muchos usuarios decidieron salirse de WhatsApp y descargar aplicaciones como Telegram o Signal.
Todo esto sucedió porque se pensaba que la aplicación de mensajería instantánea iba a robar nuestra información para hacer fraudes o utilizarlo de manera ilegal. Por eso, WhatsApp decidió postergar la entrada en vigor de sus nuevas políticas hasta el 15 de mayo.
Pero hay algo que debe quedar claro. A WhatsApp no le interesan nuestras conversaciones, nuestras fotos, nuestro nombre o identidad particular. Eso no es lo que está en riesgo.
Lo que sí les interesa es la forma en la que utilizamos nuestros dispositivos, cómo navegamos, cuánto gastamos en línea y la manera en que interactuamos con contenidos digitales.
Quieren crear perfiles mercadológicos
Lo que WhatsApp hará es recopilar una serie de datos digitales con la intención de crear perfiles mercadológicos mucho más precisos y eficientes. Así, la plataforma publicitaria que lanzará la app será más personalizada en cada caso.
La situación de la aplicación de mensajería debe ser entendida en el contexto actual. Recordemos que en noviembre de 2020 entró en funcionamiento en nuestro país Facebook Payments, la plataforma de pagos de Facebook que convierte a nuestra cuenta en una cartera digital con la que se pueden realizar compras, pagos y transferencias entre particulares y pequeños negocios.
La idea es que las plataformas de la familia Facebook puedan integrarse paulatinamente a este sistema de pagos. Hay que recordar que WhatsApp es propiedad de Facebook.
Si bien, es importante que los usuarios de las plataformas digitales cuidemos nuestros datos personales, también es cierto que hay un gran desconocimiento no sólo de qué aplicaciones los guardan, sino en qué consisten. Si nuestro teléfono celular tiene una aplicación o un juego “gratuito”, eso significa que nuestros datos ya están en manos de terceros.
En internet, nada es gratuito, aunque no cueste dinero.
(Vía: El Heraldo de México)